Bienvenido a conocer más sobre la Terapia Adleriana. Si has llegado a este punto de la búsqueda es porque te interesa conocer acerca de lo que representa este enfoque y por consiguiente si encaja con alguna de las situaciones que estás atravesando en estos momentos.
Antes de conocer un poco sobre esta terapia debes saber que el padre de este enfoque es Alfred Adler. Fue colaborador de Sigmund Freud y aportó su visión acerca de lo que él consideraba que era el origen de los síntomas.
¿Qué es la Terapia Adleriana?
La terapia Adleriana es un enfoque psicodinámico que se encarga de evaluar al individuo a través de cómo se va formando lo que conocemos como autoestima. El manifestaba que la forma en cómo nos percibíamos en el mundo iba a depender de cómo evaluábamos nuestros complejos.
De una manera más simple, todos los seres humanos nos componemos de complejos, que si asimilamos de manera positiva estos nos impulsan a superarnos como personas dentro de la sociedad. Pero si los canalizamos en un sentido negativo estos podrían ocasionar sensaciones de estancamiento, vacío o incluso algunos rasgos como mencionaba Viktor Frankl un existencialismo profundo.
Estos complejos son conocidos como complejos de inferioridad y complejos de superioridad. Vamos a conocer un poco más a profundidad sobre ellos:
El complejo de inferioridad
“La opinión que una persona tiene de sí misma y del entorno, puede deducirse mejor del significado que encuentra en la vida y del significado que da a su propia vida”. Alfred Adler.
Anteriormente conversábamos que los complejos forman parte de la terapia Adleriana. Cuando no logramos compensar nuestros complejos comienzan a inclinarse hacia una sensación de inferioridad.
La inferioridad surge como una opinión desagradable sobre sí mismo y la incapacidad para afrontar las exigencias de la vida cotidiana. Donde a la larga pesa más la insatisfacción que el placer.
Adler encontraba que esta etapa se presenciaba en la niñez y los rasgos protagonistas son los siguientes:
- Deficiencias físicas u orgánicas.
- Mimos excesivos.
- Descuido.
Deficiencias físicas u orgánicas.
Esto sin duda moldea la personalidad de los individuos ya que, existe un fuerte intento por compensar este defecto físico. Un ejemplo grande esto es el mismo Adler ya que desde pequeño padecía de raquitismo y esto le impedía realizar actividades físicas.
Si no existe una motivación desde casa el niño puede crecer y desarrollarse con la idea de que no será capaz de lograr lo que desea. Siendo un adulto en el futuro frustrado, insatisfecho y posiblemente estancado en relación a sus expectativas.
Mimos excesivos
Algunos padres consideran que compensar de sobre manera a sus hijos resultará ser positivo. Cuando un niño es el centro del hogar tiene grandes choques al relacionarse en sociedad. Este primer choque ocurre en el colegio, rodeado de un montón de niños comienza a sentir que no es el favorito.
Además de esto al llegar aún en su etapa adolescente suelen ser menos pacientes en relación a las personas y al mundo que les rodea. Ya que, al estar acostumbrados a recibir lo que desean inmediatamente tienen una fuerte frustración cuando no lo reciben de esta forma.
También comienzan a cuestionarse si pasa algo con ellos mismos y porqué no está sucediendo tan rápido como esperan.
Descuidos
En este punto no es muy difícil deducir que pasa. Cuando se es criado en un entorno con falta de amor, los pensamientos de invalidez están a la vuelta de la esquina. La persona que crece en un ambiente de descuido piensa que no es valioso. Esto también pasa en padres que se muestran entre indiferentes y hostiles.
Las personas con descuido también suelen experimentar ira y una profunda desconfianza no solo hacia sí mismos sino a su entorno.
El complejo de superioridad

Cuando una persona no logró de forma positiva encarar lo que él considera como sus debilidades, necesita compensar esta frustración y es allí cuando nace el complejo de superioridad.
El complejo de superioridad puedes identificarlo rápidamente porque la persona quien lo posee se comporta de manera vanidosa, egocéntrica, jactasiosa, denigrante entre otros.
Una autoestima consolidada de manera positiva sabe que todos los seres humanos somos únicos y que cada uno posee cualidades diferentes que los hace tener un lugar en el mundo.
Y esta es la forma en la que se desarrolla un complejo de superioridad. Porque bien, todos los seres humanos deseamos llegar a la superioridad propia basada en nuestros propios ideales.
A esto también se le denominó como “finalismo ficticio” ya que, de una conducta que no es objetiva se tiene la creencia de que vamos a obtener un resultado. Un ejemplo claro de esto es la biblia y el concepto de Dios.
Se cree que si te comportas de determinada manera serás llevado al reino de los cielos. Esto no es comprobable, pero existe siempre y cuando la persona lo crea de esta manera y se comporte con base a ese objetivo. “El fin justifica los medios” podría decirse.
¿En qué situaciones es necesario recibir la Terapia Adleriana?
Si bien hemos dicho a lo largo de este artículo el principal factor es la autoestima y cómo esta se ha formado desde nuestra niñez. También como si no manejamos con asertividad nuestros complejos pueden ser el motor de nuestra motivación o nuestro juez.
Por ello te mencionaré algunas situaciones en las que sin duda la terapia Adleriana es eficaz:
1. Patrón repetitivo de pensamientos
Cuando tu única voz es aquella en la que constantemente te estás denigrando, diciendo comentarios negativos y la sensación de incapacidad puede más que las ganas de salir adelante. Es necesario revisar un poco la infancia y conversar sobre aquellas situaciones. Cómo era manejado tu entorno familiar y cómo te sentías en relación a eso.
2. Cuando consideras que todo es un obstáculo
En la vida se pueden presentar situaciones difíciles, pero la clave está en cómo somos capaces de afrontarlo. Desarrollar herramientas y nuevos patrones de pensamiento es fundamental para disminuir la angustia que representa ponernos frente a nuevo desafío.
3. Roles familiares muy marcados
Es un hecho que todos desarrollamos un rol dentro de la sociedad, en la familia también. Así que, si por ejemplo el hermano mayor debe tener ciertas cualidades como proveedor, el ejemplo de la familia entre otros.
Si estas expectativas familiares no son cumplidas pueden causar en el individuo una sensación de minusvalía o insuficiencia que puede reflejarse en otras áreas de su vida.
4. El miedo a lo desconocido te paraliza
La vida está llena de constantes cambios que debemos asumir con actitud positiva. Si eres del tipo de persona que le cuesta muchísimo aceptar cada etapa de su vida sin duda esta terapia es eficiente. Cuando tu voz interna es más negativa que positiva, hay elementos de la infancia que hay que revisar.
5. Tienes la sensación constante de estar estancada/o

Existen dos escenarios en esta sensación de estancamiento. La primera, cuando sientes que nada de las acciones que ejecutas tienen algún sentido y que no te llevan hacia ningún lado. Esto pasa por ejemplo, cuando no tenemos claro que es lo que queremos en la vida. El vacío se hace más grande y nos angustia pensar que estaremos de este modo de manera permanente.
A través de la terapia podemos indagar sobre estos elementos y así darle un propósito a tu existencia. Ahora bien, existe el panorama número dos y es el del autosabotaje. Donde tienes muy claro que quieres hacer pero no te sientes capaz de ello. Esto también tiene un poco de relación con el síndrome del impostor.
Si seguimos la línea de la terapia Adleriana, el indagar sobre el contenido de estos pensamientos es elemental para transformar el autoconcepto. De esta manera podrás ser capaz de enfrentarte a los desafíos con un poco más de seguridad. Esto no implica que los miedos desaparecerán de inmediato, pero si tomarás más riesgo a la hora de conducirte hacia lo que quieres y crees que mereces.
La terapia breve Psicodinámica te permite vivir un presente más satisfactorio. Si después de este artículo te sientes identificado con algunos de estos escenarios, toma el primer paso y dale clic a agendar:
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