¿Estás intentando identificar emociones negativas y ejemplos de ellas cierto? En este artículo conocerás un poco acerca de las emociones negativas y porqué es tan importante experimentarlas.

La sociedad nos ha hecho creer que “debemos ser positivos” en todo momento incluso cuando no nos sentimos del todo bien.

Y es que comprendo, en algunos casos esta emoción se presenta en ocasiones que parecen superarnos. Lo cierto es que reprimir, esquivar o fingir que no están allí solo alargan la vida de su estadía.

Así que para ello te explicaré en que situaciones se presenta una emoción negativa. También profundizaremos un poco en lo que son.

¿Qué son las emociones negativas?

Las emociones que han sido determinadas como negativas son la rabia, la tristeza, la ira y la frustración. Se les dio el termino de negativas porque son aquellas que el individuo le cuesta muchísimo trabajo experimentar. Ya sea porque la sociedad indica que sentirse mal no está bien, porque en casa le enseñaron que experimentarlas tampoco está bien o porque tú mismo como individuo no toleras sentirte de esa manera.

Una emoción no causa dolor. La resistencia o supresión de una emoción es lo que causa dolor.

Frederick Dodson. Escritor.

Pareciese que queremos zafarnos exponencialmente de las emociones negativas y que ser felices es la única meta. Cueste lo que cueste. Gran parte de este sufrimiento se traduce a que es una idea un poco irreal ya que sentirnos mal o sufrir también forman parte de nuestra realidad.

Las emociones negativas y ejemplos también están compuestas por situaciones que han formado nuestra personalidad y nuestro carácter. El sistema límbico tiende a agrupar nuestras experiencias como positivas o negativas y al no interpretar asertivamente la primera, las demás vienen en cadena.

Un ejemplo claro es cuando éramos niños y un perro nos mordió la mano. Al crecer y ver a un perro con las mismas características este recuerdo viene a tu memoria como un deja vu y estás en un estado de alerta. Aun cuando la mascota no ha demostrado indicios de que esa es la acción que va a ejecutar.

Ahora bien, también existen otros factores inmersos como:

• Nuestra historia familiar.
• Traumas.
• Patrones de comportamiento.
• Rituales de consumo.
• Rasgos o características de personalidad.
• Autoestima.

Todos estos factores juegan un papel fundamental también a la hora de abordar las emociones negativas. Por ello es tan importante el autoconocimiento a la hora de gestionar nuestras emociones.

Al inicio del artículo mencionamos emociones negativas y ahora vamos a profundizar un poco en ellas:

• Miedo. El miedo es una respuesta instintiva que funciona como método de protección ante una amenaza. En un sentido positivo esta emoción es importante, ya que nos protege de alguna situación externa. ¿Qué pasa cuando el miedo se prolonga en el tiempo? Comenzamos a dejar de arriesgarnos, a confiar en nosotros mismos. En algunos casos la sensación de miedo suele confundirse con ansiedad.
• Rabia o enojo. Cuando la rabia aparece es una señal de que hemos aguantado una situación por mucho tiempo. O bien nos recuerda a situaciones pasadas donde un mismo suceso aparece en nuestro presente. La rabia nos permite poner límites. Expresarle al otro lo que nos agrada y lo que no. Con esta emoción hay que tener cuidado en su proceder porque podemos ejecutar las cosas de manera poco asertiva. Para ello es importante primero sentirla y luego tomar conclusiones acerca de las acciones que se van a tomar.
• Culpa: La culpa es una de las emociones negativas y ejemplos. Cuando esta aparece nos indica que hemos ejecutado una acción que no está bien para nosotros mismos o para alguien que forma parte de nuestro entorno. Esta emoción tiene que ver con nuestro sistema de creencias y lo que parece estar aceptado socialmente o no.
• Frustración. El sentir frustración nos indica que tenemos una necesidad o deseo que no pudimos resolver. Los niveles de frustración tienen mucho que ver con la autoestima y también con el número que representamos dentro de nuestra familia. Para entender un poco más este concepto te sugiero leer: Qué es la terapia adleriana y por qué es la más adecuada para mí.
• Tristeza. La tristeza es un estado de melancolía o disminución del estado de ánimo que se encuentra evidenciado en momentos donde perdemos algo que considerábamos valiosos para nosotros. Esta emoción también puede estar bordeada de melancolía, apatía o desmotivación. Cuando la tristeza aparece es momento de conectar con nuestra red de apoyo: amigos y familiares. O si sientes que te sobrepasa con un Psicólogo o Psicoterapeuta.

Emociones negativas y ejemplos que te indican que estás reprimiendo

Una vez que hemos mencionado cuales son es momento de que conozcas algunos ejemplos donde te indican que estás reprimiendo una emoción negativa:

• Irritabilidad constante. Estás todo el tiempo enfadado/a aun cuando “no sabes por qué”. Esto además de ser un mal manejo de la emoción también oculta una represión. La sentiste en un momento determinado, pero decidiste que no era necesaria de experimentar. Por esta razón es tan importante identificar una emoción y vivirla en el momento en que se está manifestando.
• Necesitas la gratificación instantánea. Como individuos tenemos rituales y patrones de comportamiento que rigen nuestro día a día. Si estás constantemente intentando satisfacerte a través de compras, comida entre otros. Será mejor que revises en tu interior que estás buscando llenar.
• Trastornos en el sueño. Existe o bien un aumento del sueño (para evadir la realidad) o una disminución del mismo (exceso de cortisol).
• Masturbación. Algunas personas utilizan la masturbación como satisfacción inmediata y la evasión de aquella incomodidad que representa una emoción negativa.
• Catastrofización de la emoción. Existen personas que no evaden estas emociones, sino que las sienten profundamente y consideran que un tercero es quien tiene la responsabilidad de ellas. Aunque son provocadas por reacciones en el ambiente, es nuestra entera responsabilidad emplear un buen manejo de ellas. Así que si bien, estas experimentando emociones intensas como la rabia, la ira y la frustración lo mejor será darte el tiempo prudente antes de ejecutar una acción.
• Somatización. Cuando reprimimos durante mucho tiempo estas emociones comienzan a manifestarse en nuestro cuerpo físico. Puede estar evidenciado en dolores de cabeza, afecciones gastrointestinales, tics, apatía entre otros.

¿Cómo puedo gestionar una emoción negativa?

Después de haber explicado las emociones negativas y ejemplos, tienes un panorama un poco más claro de las situaciones en las cuales te puede estar ocurriendo a ti.

Ahora bien, te explico un poco de manera generalizada como puedes gestionar una emoción negativa:

1. Detente y pregúntate: ¿Qué estoy sintiendo? Conocerte será tu mejor arma ante una situación que consideras difícil o que bien representa un gran esfuerzo.
2. Vive primero esa emoción sin expresarla a terceros. Experimentar una emoción tiene una duración máxima de 10-15 minutos. Luego de ella puedes tomar otra serie de decisiones como participarle al otro lo que está sucediendo o si considerar que no es tan necesario. Cuando una emoción negativa dura mucho más tiempo en nuestro organismo es porque estamos evitando experimentarla o bien paradójicamente nos causa rabia estar sintiéndonos de determinada manera.
3. Ejercicios de respiración. Cuando la emoción sobrepasa tus niveles de frustración lo más idóneo es respirar. Si, lo más simple. Respirar. Cuando respiramos disminuye la intensidad de la emoción que nos encontramos experimentando en ese momento.
4. El autoconocimiento. Esta es la herramienta más poderosa, ya que gracias a ella es que podemos gestionar de una manera más asertiva nuestras emociones. Solo así podremos saber que situaciones nos irritan, nos causan tristeza, enfado entre otras. Y lo que es más importante el porqué. Tu historia de vida es tu antecedente y en algunos casos la respuesta ante diversos estímulos.

Si sientes que has practicado lo anteriormente mencionado y no has obtenido los resultados que esperas, sin duda necesitas hablar a profundidad sobre la gestión de tus emociones negativas.

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